Los concursos oficiales de artes plásticas
Creator: Mateos, Francisco (1894-1976)
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Image title: ¡Salamanca!
Museu Nacional d’Art de Catalunya, procedente de la «Exposición Trimestral de Artes Plásticas» de Barcelona, 1938. Foto: Museu Nacional d’Art de Catalunya, Barcelona, 2025; © El autor o sus herederos
Date Created: 1937
Extent: 1 item
En septiembre de 1937 la Gaceta de la República publicaba las bases del concurso de artes plásticas convocado por el Ministerio de Instrucción Pública y Sanidad. Esta iniciativa propuesta por la Dirección General de Bellas Artes tenía como objetivo apoyar a los artistas ante la parálisis del sistema expositivo y la caída del mercado artístico provocadas por la guerra, al tiempo que daba respuesta a “la necesidad de recoger la exaltación plástica que motiva la gesta heroica del pueblo español”, según decía el boletín. Las obras seleccionadas del concurso de pintura, escultura, dibujo y grabado se reunirían en una gran exposición con la que se pretendía dar continuidad a la tradición artística española, llenando el vacío ocasionado por la interrupción de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, que desde mediados del siglo XIX constituyeron la competición artística oficial. La muestra sería, en teoría, la primera de varias, pues las autoridades aspiraban a organizar exposiciones de periodicidad trimestral.
La realidad, sin embargo, fue bien distinta. La denominada I Exposición Trimestral de Artes Plásticas se inauguró en Barcelona en agosto de 1938 tras sufrir diversos reveses. La selección de obras, no obstante, cumplió con las expectativas pues la mayoría mostraron asuntos de la “gesta heroica”. Entre los artistas premiados estaba Francisco Mateos que recibió el primer accésit de la sección de grabado con seis estampas de su serie ¡Salamanca!, una colección de nueve aguafuertes (cubierta incluida) dedicada a la que fue sede del cuartel general de Franco hasta su traslado a Burgos y a los simpatizantes franquistas de la ciudad charra, como se aprecia en la imagen. Otros galardonados fueron Ramón Gaya en pintura con Espanto, su versión del bombardeo a la población almeriense, Josep Viladomat y su escultura del soldado El Madriles, Arturo Souto recibió el primer premio en grabado, Antonio Rodríguez Luna en dibujo con La bestia fascista, entre otros títulos caracterizados por su estilo de raíz surrealista.
A la primera exposición tan solo le siguió una segunda muestra estatal de carácter oficial que se llamó Competición de Otoño, celebrada en Barcelona en el mes de diciembre de 1938. Al contrario que el concurso precedente, los temas relacionados con la guerra tuvieron una presencia mucho más reducida, a pesar de que el número de expositores y obras fue mayor. La crítica admiró el lenguaje vanguardista del pintor y grabador Pedro Flores, y la pluma de Rodríguez Luna, que volvía a arremeter contra el enemigo en sus mordaces dibujos. No se tienen noticias del fallo de esta competición, que tuvo lugar cuando la guerra avanzaba desfavorablemente para la República. El desarrollo de los acontecimientos impidió al gobierno la organización de nuevos certámenes, y hubo que esperar hasta el año 1941 cuando se reanudaron las Exposiciones Nacionales bajo el régimen de Franco.
IEG






