El mito de Franco
Creator: Aguiar, José (1895-1976)
Source:
Image title: El Generalísimo Franco
Instituto de España, Madrid, Inv. 497
Date Created: 1938
Type: Painting
Extent: 1 item
40.4167, -3.70358
El ensalzamiento de la figura de Francisco Franco como Caudillo de España fue la primera y esencial maniobra que llevó a cabo la propaganda bélica del bando sublevado. Con el tiempo, se logró la mitificación del líder franquista a partir de una serie de estrategias propagandísticas en las que las artes plásticas jugaron un papel crucial.
El recurso a la repetición incesante tanto en el empleo del nombre de Franco como en la multiplicación de su efigie, al tiempo que ambos —su apelativo personal y su imagen— se equiparaban calculadamente con una serie de ideas, fue un método tremendamente efectivo en el proceso de mitificación. Los esfuerzos propagandísticos lograron identificar la figura de Franco con conceptos como: patria, Estado, liberación o España. De este modo, prescindiendo de ulteriores argumentos, el solo nombre de Franco se empleaba como lema en algunos de los carteles editados por los sublevados, sin perder poder de convicción. De forma espontánea, aparecieron grafitis con su nombre sobre paredes y hasta arboledas, sugiriendo la omnipresencia (y omnipotencia) del jefe rebelde.
En cuanto a su retrato, ya fuera fotográfico o artístico, invadió la prensa, las publicaciones y, por supuesto, el espacio público. Siendo el retrato un género tradicional de las bellas artes, la efigie de Franco encontró fácilmente su repercusión en la creación plástica más academicista. La escultura engendró piezas reseñables como los retratos realizados por Emilio Aladrén o la colección de estatuas ecuestres que ensalzaban al dictador como un héroe militar.
En pintura se concibieron obras tan celebradas como las de Ignacio Zuloaga, Álvarez de Sotomayor o José Aguiar, autor de la obra que preside esta entrada. La pintura se exhibió en el pabellón español de la Bienal de Venecia de 1938 y se reprodujo en el catálogo a modo de frontispicio, de tal forma que era el propio Franco quien auspiciaba la cita. El cuadro fue la presentación internacional de la imagen del Caudillo, que se muestra con una gran solemnidad aplicando los recursos propios de un arte retórico: la monumentalidad potenciada por el punto de vista bajo, el modelado de tipo escultórico del efigiado visto de cuerpo entero, ataviado con uniforme de gala repleto de condecoraciones, con fajín, capa y espada. La figura destaca sobre un paisaje en el que se aprecia el humo de la batalla y sobre el que se cierne un celaje abrumador, dotando a Franco de seguridad y poderío.
En el proceso de mitificación fueron también fundamentales los actos públicos de masas que caracterizaron al franquismo al más puro estilo fascista. Contribuyeron a proyectar una imagen positiva y grandiosa de su persona, presentándole como una autoridad suprema. El Día de la Exaltación de Franco a la Jefatura del Estado, también conocido como Día del Caudillo, celebraba cada primero de octubre la figura de Franco, ascendido ya a la categoría de mito.
IEG






