"Tú, mujer"

En esos lugares donde el levantamiento militar fue derrotado, las mujeres dispusieron de varias maneras de contribuir al esfuerzo bélico. Por lo menos al principio, estas incluían la posibilidad de formar parte de una de las varias milicias que surgieron para combatir a los rebeldes. Sin embargo, ninguna organización política o sindical estaba dispuesta a aguantar durante mucho tiempo la figura de la mujer combatiente. Muy pronto se animó a las mujeres a dedicarse a tareas más acorde con los papeles establecidos de género. Este estrechamiento de visión se ve en este cartel creado por las Agrupaciones de Mujeres Antifascistas (AMA), la organización de mujeres más numerosa en la España republicana.

Las AMA se fundaron en 1933 como sección española del Comité Mundial contra la Guerra y el Fascismo de la Comintern. A pesar de sus orígenes comunistas y del papel clave de Dolores Ibárruri, las AMA siempre estuvieron abiertas a mujeres de otros partidos, y llegaron a contar con figuras como la socialista Margarita Nelken y la republicana Victoria Kent entre sus líderes. Sin embargo, los comunistas siempre mantuvieron su control sobre la organización. Durante la Guerra Civil, otras organizaciones de mujeres se adhirieron a las AMA, que llegaron a tener unos 60.000 miembros. También disfrutaron del apoyo del Gobierno de la República, que les encargó un comité para coordinar las actividades femeninas en la retaguardia. La otra importante organización de mujeres, la anarquista Mujeres Libres, con sus 25.000 afiliadas, favorecía la política netamente feminista al antifascismo de las AMA y siempre guardó su independencia.

El cartel se dirige directamente a las mujeres: Tú mujer… vosotras mujeres, podéis hacer mucho. Las MUJERES ANTIFASCISTAS luchan y trabajan en el frente y en la retaguardia. Ven con nosotras. No importa que seas comunista, socialista, anarquista, republicana, o sin Partido; nos unirá un denominador común: ¡el odio al fascismo! ¡Obreras, campesinas, intelectuales, simplemente mujeres!” Termina dirigiéndose a las mujeres que cumplen con la más importante tarea femenina de todas. “Madres! Ingresad en las AGRUPACIONES DE MUJERES ANTIFASCISTAS que luchan sin Descanso por la España de mañana, por un porvenir luminosos para vuestros hijos!” En las imágenes se ven a mujeres entregadas a tareas consideradas típicamente femeninas , como la costura, el punto o los trabajos agrícolas, o en trabajos más modernos que se veían como extensiones de sus valores supuestamente naturales como profesoras, enfermeras, o trabajadoras textiles. Ninguna mujer aparece en un contexto masculino como la industria pesada o la fabricación de armamentos, aunque en este sí había mujeres. Y una mujer llevando armas, ni hablar.

Este mensaje fue ampliamente compartido en la zona Republicana. El Ejército Popular sacó varios carteles culpando a las mujeres de causar enfermedades venéreas, que eran igualadas a la deserción y tan peligrosas como las balas del enemigo. Hasta Mujeres Libres, la organización más radical en temas feministas, llegó a rechazar a la mujer combatiente: en septiembre de 1936 publicó un artículo cuyo título rezaba “Los Hombres al Frente, las mujeres, al trabajo.”