Los marinos españoles en la URSS
Creator: Federación Española de Deportados e Internados Políticos (FEDIP)
Source:
Federación Española de Deportados e Internados Politicos (Paris) Archives - ARCH02146, International Institute of Social History
Date Created: 1947
Type: Postcards
Extent: 1 item
52.37308, 4.89245
Abril de 1954: tres muchachos gallegos recorren las instalaciones del Hospital Militar de Barcelona con una antigua foto en sus manos, tan antigua ya que su color ha virado a sepia hace ya demasiado tiempo. Están buscando a sus padres, a los que no ven desde hace algo más de diecisiete años y que acaban de ser repatriados de la URSS en el buque Semíramis, que acaba de arribar a Barcelona. (El buque llevaba también a 248 soldados franquistas y a 12 pilotos de la aviación republicana).
Mientras recorren los pasillos, fijándose detenidamente en los pacientes vestidos con camisa y pantalón de color caqui, piensan que apenas tienen un vago recuerdo de sus progenitores. Uno de ellos, marino, y que se ha llevado una enorme alegría al escuchar el nombre de en la lista proporcionada por la radio, lo encuentra por fin al final del pasillo, tranquilo y cabizbajo. El viejo marino, que tiene ya casi sesenta años, sabe que está ante uno de los cuatro hijos que ha dejado hace algo más de diecisiete años en Galicia. Sabe que no puede ser el primogénito –ya muerto, desgraciadamente- pero desconoce realmente quién puede ser de sus tres hijos varones que apenas se llevan entre ellos más de cuatro años.
Así culminaba la odisea de un puñado de marinos españoles, en buena parte gallegos, que habían sido confinados ilegalmente en la URSS entre los años 1937 y 1939, cuando sus buques, que traían armas para el ejército republicano fueron incautados, sin razón alguna, por las autoridades soviéticas, y las tripulaciones desembarcadas y retenidas en puertos del Mar Negro. Los marinos pertenecían a ese grupo tan numeroso que ha sido denominado combatientes geográficos, una acepción que servía para designar el azar que les había colocado en situación bélica; una especie de accidente en el devenir de la historia: encontrarse en el peor lugar en el peor momento posible.
Durante largos períodos de tiempo, sus familiares no saben nada acerca de su paradero. Entre 1937, primer año de su detención y 1941 pueden comunicarse regularmente. Pero cuando se produce la invasión de la URSS por el ejército alemán, y son tratados realmente como prisioneros, y, por tanto, enviados al Gulag, se pierde completamente su pista. Nadie -a excepción de algunos dirigentes del PCE-, sabe cuál es su paradero: si trabajan como civiles o si han sido deportados a alguna de las remotas repúblicas soviéticas.
Al final de la guerra mundial, prisioneros liberados de los campos de concentración y un puñado de mujeres judías de origen austriaco, que habían mantenido relaciones con algunos de ellos en Karagandá propagaron la noticia de que un pequeño contingente de prisioneros españoles, con adscripción política antifascista, y afiliados en su mayor parte a los sindicatos UGT y CNT, se encontraban retenidos contra su voluntad en la URSS, sujetos a todo tipo de privaciones y penalidades.
Aquí se ve una de las postales que la FEDIP publicó en 1947 para exigir la liberación de la tripulación del «Cabo San Agustín», marinos republicanos retenidos en la URSS tras la Guerra Civil Española.
JCSI






