Memorial por los brigadistas belgas caídos en España

“A los voluntarios de Bélgica de las Brigadas Internacionales muertos por la defensa de las libertades democráticas”. Esta es la inscripción de la estela en memoria de los brigadistas belgas caídos en España que se puede leer, tanto en francés como en neerlandés, en el Cementerio de Saint-Gilles en la comuna de Uccle, cerca de Bruselas. En los postes de piedra que sujetan la cadena que rodea el memorial pueden leerse los lugares en los que estos voluntarios dieron su vida por defender a la República española: Madrid, Jarama, Guadalajara, Caspe-Ebro, Guadarrama y Huesca. La construcción de este pequeño monumento, inaugurado en 1976, fue producto de la iniciativa de algunos ediles comunales de Uccle para expresar su oposición a la dictadura franquista. Hasta 2009 los brigadistas belgas todavía vivos se reunían aquí una vez al año. Hoy, con todos ya fallecidos, el lugar es testigo, en ocasiones, de homenajes de asociaciones culturales comprometidas con la memoria histórica.

Por otro lado, se localiza también en Bruselas una manifestación artística que conecta con la memoria de la guerra civil y sus consecuencias. Se trata de la obra “Pasionaria” de Emilio López-Menchero. En ella se recupera la figura de Dolores Ibárruri para dedicar este espacio a las generaciones de emigrantes españoles y marroquíes que llegaron a Bélgica durante las décadas de 1950 y 1960. La obra es un megáfono gigante que hace referencia al que aparece en el documental Spaanse aarde (Joris Ivens, 1937) transmitiendo un discurso de “La Pasionaria” para dar su apoyo a los soldados republicanos en el frente. Esta instalado en las proximidades de la Gare du Midi, importante punto de entrada de la emigración marroquí y española, y simboliza la voz pública que es voz política y que debe hacerse escuchar tal y como ha explicado el autor cuando se ha referido al significado de su obra.